Para algunas personas, el cuidado de la piel se trata de apegarse a una rutina comprobada. Para otros, sin embargo, puede ser todo acerca de experimentar. Desde usar los últimos limpiadores, humectantes y tónicos hasta tener una rutina diferente de cuidado matutino y nocturno, mimar su piel puede ser muy emocionante. Pero, a menudo, cuando incluimos algo nuevo como parte de nuestra rutina de cuidado de la piel, nuestra piel tiende a irritarse y estalla con acné o erupciones cutáneas. Entonces, en lugar de que la piel mejore, comenzamos a enfrentar nuevas preocupaciones sobre el cuidado de la piel.
Entonces, antes de sentirse abrumado con la cantidad de protección de la piel productos disponibles en el mercado y la gran cantidad de información disponible sobre los ingredientes, detente y piensa por un momento. Piensa, ¿qué puedes hacer mejor para evitar probar un nuevo régimen de cuidado de la piel o cómo cambias de un producto a otro sin que se nos rompa la piel?
Te traemos 4 cosas que puedes tener en cuenta al incluir un nuevo producto en tu piel:

Cómo cambiar a un nuevo producto para el cuidado de la piel para evitar que se rompa la piel:
1. Presente una cosa a la vez
A veces, cuando decidimos cuidar más nuestra piel, cambiamos toda la rutina, desde el limpiador hasta el humectante y el tónico de una sola vez. La forma correcta es cambiar un producto a la vez. Si está cambiando su limpiador esta semana, cambie la crema hidratante en un intervalo de 7-8 días. Del mismo modo, si está introduciendo un ingrediente activo, espere una semana para que se asiente en su piel. Además, no se apresure a que los productos muestren resultados inmediatos, ya que cada producto nuevo tardará un tiempo antes de que usted y su piel se adapten bien a él.
2. Lee la etiqueta
Siempre, siempre lea la etiqueta porque el ingrediente clave escrito en la botella o que se comercializa motiva a muchos a elegir un producto. Sin embargo, siempre hay más en un composición del producto. Puede haber ácidos que provoquen inflamación de la piel, o el producto puede contener tintes, fragancias e ingredientes que no complementan su piel.
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3. Sigue las instrucciones
Es importante aplicar un producto en cantidades limitadas. Si usted es aplicar un suero, deben ser solo 2-3 gotas porque un producto del tamaño de un guisante es suficiente. Muchas veces, tendemos a enjabonar la piel con un humectante o aceite pensando que será mejor para la piel. Eso no es correcto. Del mismo modo, algo tan simple como un gel hidratante, si se aplica en exceso, puede bloquear los poros y provocar un brote. Por lo tanto, asegúrese de seguir las instrucciones sobre cómo aplicar el producto y no utilice su propia experiencia sin conocerla completamente.

4. Habla con tu dermatólogo
¿Por qué estás eligiendo un nuevo producto para el cuidado de la piel? ¿Es porque tu piel necesita un cambio o hay un problema que debe abordarse? Debe tener claro por qué está alterando sus productos o régimen para el cuidado de la piel. Por ejemplo, muchas personas, durante el verano, pueden notar que su piel se vuelve irregular, seca y escamosa. Una persona que no ve a un dermatólogo, se aplicará más humectante para contrarrestar la deshidratación. Sin embargo, es posible que no funcione para ellos porque solo un profesional del cuidado de la piel podría decirle que puede probar la niebla o una máscara facial para esa hidratación adicional. Asegúrate de ver a un dermatólogo para que te ayude a elegir el producto adecuado para tu piel e incluye sus decisiones antes de elegir cualquier producto de venta libre.